Miradas que se pierden en el infinito.
Y entonces nuestras miradas se cruzaron...
Tus ojos reflejaron los mios y en los mios se reflejaban tus ojos.
Fui capaz de ver cosas que hace mucho no notaba, me dí cuenta de que mis ojos habían perdido su brillo, y en ellos se notaba el vacío de mi alma.
Un alma vacía, ¿eh?
Me sentí un orco, creí ser alguien escapado de las tinieblas.
Deje de ver mi mirada y vi la tuya...
Tus ojos derrochaban luz, desbordaban pureza.
En ellos no había maldad, ni corrupción. Era una mirada llena de inocencia.
Tú tenías esa luz que podía erradicar la oscuridad de mi ser. "Tú eres la indicada", pensé.
Pero entonces... giraste tu mirada hacía otro lado, y ese sentir inmenso se perdió en el infinito.
Y así seguirá vagando eternamente, hasta que por obra divina todo termine y vuelva a ser.
Navegará por cientos de kilómetros hasta que encuentre a alguien con mi mismo sentir y se apodere de él.
Y sí es digno ella le corresponderá y será un sentir pluscuamperfecto que jamás se verá otro igual en esta tierra.


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